Aislamiento Térmico
¿Qué aislamiento térmico mejora el confort de mi casa?
El confort térmico empieza por un buen aislamiento. Existen diferentes tipos de aislantes, y aunque ninguno es perfecto, cada uno destaca por una función específica.
En nuestras rehabilitaciones utilizamos los aislantes térmicos más eficaces y versátiles, que además de mejorar la temperatura interior, ayudan a reducir el consumo energético y a ahorrar en climatización.
Tipos de Aislantes Térmicos Minerales
Los aislantes térmicos minerales provienen de materias primas naturales como la arena o la roca, que se procesan a altas temperaturas para formar fibras con gran capacidad de aislamiento.
Lana de Vidrio:
Fabricada con vidrio reciclado y arena de sílice, se funde a más de 1500 °C y se transforma en finas fibras. Ofrece un excelente aislamiento térmico y acústico, y es completamente incombustible (clasificación A1).
Lana de Roca:
Producida a partir de roca volcánica, se funde y se hila en fibras resistentes al calor y al fuego. Es ideal para paredes y techos, especialmente en aplicaciones de inyección.
Ambos tipos de lana mineral son perfectos para reforzar el aislamiento en paredes interiores y fachadas.


Otros Aislantes Naturales
Celulosa:
Hecha con papel de periódico reciclado y tratada con sales minerales para resistir el fuego y los insectos. Es ecológica y muy eficaz como aislamiento en espacios cerrados.
Corcho:
Un material 100 % natural extraído del alcornoque. Se presenta en paneles o granulado, y es sostenible, duradero y excelente aislante térmico y acústico.
¿Para qué sirven las pinturas térmicas aislantes?
Las pinturas térmicas están formuladas con aerogel o microesferas cerámicas. Su función principal no es «aislar» como tal, sino reflejar el calor, ayudando a mantener la temperatura ambiente estable en las superficies donde se aplican. Son especialmente útiles en puentes térmicos, donde previenen la aparición de hongos y condensaciones. Una solución práctica para mejorar el confort interior y evitar problemas de humedad.
Características clave de los aislantes térmicos
– Conductividad térmica (λ): Mide cuán rápido transmite el calor un material. Cuanto más baja, mejor aislante es.
– Resistencia térmica (R): Resultado del espesor del material dividido por su conductividad. Indica su capacidad para frenar el paso del calor.
– Densidad: Expresada en kg/m³, influye en el comportamiento térmico y acústico del material.
– Transpirabilidad (µ): Indica si el material deja pasar vapor de agua. Un valor bajo permite que el material respire, lo que ayuda a evitar humedad interna.
– Calor específico: Capacidad de un material para almacenar calor. Cuanto mayor sea, mejor regula la temperatura, especialmente en verano. Destacan aquí los materiales naturales como celulosa, corcho o fibra de madera.
– Resistencia al fuego: Clasificada según las Euroclases. A1 es la mejor (incombustible), como en la lana de roca o la fibra de vidrio.
– Higroscopicidad: Capacidad de absorber humedad. Los materiales naturales suelen absorber y regular la humedad, mientras que los sintéticos la repelen.
– Propiedades mecánicas: Importantes en materiales rígidos como XPS. En aislantes insuflados, como la celulosa o lana mineral, lo clave es su elasticidad, que evita que se desplacen o asienten con el tiempo.
– Estabilidad: Resistencia frente a microorganismos y agentes químicos.
– Aislamiento acústico: Muchos aislantes también bloquean el sonido, sobre todo los porosos y elásticos, como el corcho o las lanas minerales.
¿Que zonas puedo aislar mejor en el interior de la vivienda?
Recomendamos aislar térmicamente todas las zonas de la vivienda de la envolvente en paredes techos. Es decir aquellas que estén en contacto con el exterior. O aquellas que estén en contacto con zonas no calefactadas para preservar la eficiencia energética y evitar pérdidas de calor, tanto en invierno para áreas calefactadas como en verano para áreas con aire acondicionado.
AISLAMIENTO TÉRMICO INSUFLADO en paredes
El aislamiento térmico de paredes es una solución práctica y eficiente para mejorar el confort de tu vivienda. Se realiza en solo un día, sin necesidad de obras y aprovechando la cámara de aire existente entre las paredes. Su instalación es rápida, limpia y no altera la estructura del hogar.

AISLAMIENTO TÉRMICO PROYECTADO bajo cubierta.
Cuando se trata de aislamiento, la parte más importante es la cubierta. Para lograr un resultado óptimo, se aplica un aislamiento de gran espesor entre los tabiques palomeros, accediendo previamente a la buhardilla no habitable. Este paso es esencial para proteger tu vivienda tanto del frío en invierno como del calor en verano.

AISLAMIENTO TÉRMICO INSUFLADO en trasdosados de PYL «Pladur».
En algunos casos, las paredes interiores cuentan con un trasdosado decorativo o se construyen tabiques específicos para facilitar el aislamiento. Una vez creadas estas cámaras, se procede a la inyección del aislante insuflado, garantizando una solución eficiente sin obra visible.
Para zonas pequeñas o de difícil acceso, también es posible aplicar paneles aislantes, como los de celulosa, que ofrecen un excelente rendimiento térmico y acústico.

AISLAMIENTO TÉRMICO INSUFLADO en falsos techos.
Cuando la vivienda cuenta con un falso techo, o se instala uno nuevo, es posible insuflar aislante térmico en la cavidad existente, sin necesidad de obras invasivas. Esta técnica permite aislar eficazmente desde el interior, mejorando el confort y reduciendo la pérdida de energía.
El aislamiento en techos es una solución sencilla que aumenta la eficiencia energética del hogar y contribuye a un notable ahorro en calefacción y refrigeración.

AISLAMIENTO TÉRMICO INSUFLADO en suelos.
Cuando el espacio bajo la vivienda no está climatizado —como en porches, portales, garajes o cuartos técnicos—, especialmente en Comunidades de Propietarios, es fundamental aislar los suelos para mejorar el confort y la eficiencia energética.
Aplicar un aislante térmico en el suelo evita pérdidas de calor hacia estas zonas frías, reduciendo el consumo energético y aumentando el bienestar interior de forma notable.

AISLAMIENTO TÉRMICO INSUFLADO en paredes interiores.
Gracias al sistema de aislamiento térmico de paredes interiores sin obra, es posible mejorar tanto el aislamiento térmico como el acústico de la vivienda de forma rápida, económica y eficaz.
Este método no requiere reformas invasivas y ofrece resultados duraderos en confort y eficiencia energética.
